Otro
estudioso del inconsciente es Jung quien estudio la posibilidad de que el
inconsciente colectivo transciende el inconsciente personal, que también estudió Sigmund Freud, con quien estuvo relacionado Jung en los primeros años del siglo XX,
hasta la ruptura a causa de divergencias acerca de éste y otros aspectos.
Jung escribió numerosas obras sobre la idea de los arquetipos inconscientes y ancestrales, entre ellas Formaciones de lo inconsciente, Psicología y simbología del
arquetipo, Arquetipos e inconsciente colectivo y Psicología y alquimia. Poco antes de su muerte, aceptó realizar un trabajo de divulgación de
sus ideas que publicó con el título de El
hombre y sus símbolos. En esta
obra comienza por diferenciar el signo del símbolo en el lenguaje humano. Sostiene que el símbolo es una palabra o
una imagen cuando representa algo más que su significado inmediato y obvio. En
este último caso es sólo un signo. El aspecto inconsciente del símbolo nunca
está definido con precisión ni puede esperarse que lo esté. En la medida en que
el arquetipo expresa lo indeterminable, ninguna determinación ligada a la
psique consciente podrá suplirlo. El hecho de que se refiera a algo más allá de
la razón explica que las religiones usen un lenguaje simbólico y que Jung se
haya interesado por las religiones y la mitología, al punto de que muchos autores lo consideraron un místico.
Las ideas de Jung sobre los remanentes arcaicos, a los que él llamaba arquetipos o imágenes primordiales, fueron malinterpretadas en muchas ocasiones.
Los arquetipos expresan los instintos en un sentido biológico, pero al
mismo tiempo comprenden el lado espiritual. Se manifiestan en fantasías y
revelan su presencia sólo por medio de imágenes simbólicas. El contenido de los
sueños es siempre simbólico. El término arquetipo fue entendido como referido a
motivos o imágenes mitológicos diferenciados. Jung se encargó de aclarar que si
fueran diferenciados serían conscientes. Los arquetipos son en realidad una
tendencia a formar representaciones sobre un modelo básico que afecta
emocionalmente a la consciencia. Algunos motivos principales son el ánima, o principio femenino, y
el animus, principio
masculino. La sombra es el
lado inconsciente de la personalidad, mientras el sí-mismo es la totalidad, parte consciente e inconsciente.
La tendencia a las representaciones arquetípicas es tan evidente en los
humanos "como el impulso de las aves a formar nidos". No se adquiere
con la educación ni en contacto con la cultura sino que es innata y
hereditaria. Los arquetipos se observan en todas las épocas y culturas como
manifestación instintiva de la especie, al igual que los instintos se
transmiten de un individuo a otro, surgen las fantasías que esos instintos
generan, así como la sombra acompaña al cuerpo. Este punto fue motivo de las
mayores controversias.
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